¿Qué es el hombre?

¿Qué es el hombre?

  “Stage Performance” de Livingston Taylor.

  El autor es hermano del famoso cantautor James Taylor (muy conocido por su sencillo “You’ve Got a Friend”) y lleva 30 años dedicándose al arte musical de las presentaciones en vivo. Es maestro de la materia “Stage Performance” (mismo título que le dió a su libro) en Berklee: College of Music en Boston, Massachusetts, además es originario del lugar.

  Elegí este libro debido a que tuve la oportunidad de conocer al autor en una presentación que dió durante el verano en Boston. Constó principalmente de la parte de su libro que te habla de la autoconfianza necesaria para dedicarse a la música durante toda tu vida. En esta experiencia sentí las palabras del autor en vivo, y me convenció de que el poder del arte va mucho más allá de transmitir ideas y comunicarse unos con otros, sino que aporta grandes influencias en cómo se definen las personas al estar presentes.

  El libro trata principalmente de las características que convierten a una persona en un buen cantautor y las que te definen como uno más entre el resto, no se trata de ser el mejor al interpretar la música, todos los grandes llegaron al máximo nivel de eso, la idea de Livingston va dirigida al hecho de que ya teniendo grandes habilidades musicales (incluso no las mejores del mundo) debes de ser capaz de dar y recibir todo el contexto que implica el hecho de dedicarse al arte.

  Está escrito en base a un semestre de sus clases en Berklee, esto le dió las herramientas necesarias para abarcar el contenido necesario para describir lo que piensa de las características, capacidades y habilidades que debe tener y desarrollar una persona que realmente sabe lo que busca, un buen artista, un buen cantautor, transmisor, ejecutor.

  Según lo que busca una persona, lo que piensa, lo que aspira, las cosas que más desea, si se ponen juntas en una caja tendrás encerrado el impulso que lo motiva. A partir de la intención y de lo que lo que mueve las ideas es de donde nace el indescriptible factor que hace a cada hombre único.

  La manera en que una persona puede tener el poder sobre otra, o incluso sobre masas, es una conceptualización mal llevada. En realidad, cuando una persona tiene el poder sobre una o varias otras es debido a que estas se lo permitieron, y cuando esto sucede la persona que se encuentra en poder tiene el control sobre las ideas que se mueven alrededor de los presentes, por lo mismo tiene la capacidad de influenciar las ideas, y por consecuencia lo que motiva a cada persona.

  A partir de esta idea se pueden encontrar infinitas maneras de contextualizar los factores que hacen al hombre, las características que definen las capacidades que tiene el ser humano. Tomando en cuenta que todas tienen génesis y limitaciones se puede decir que lo que define al ser humano como tal es un conjunto de características, pero definir las mismas no quiere decir que se esté definiendo a la persona, simplemente es una manera de acercarse a la esencial pregunta que se ha buscado responder desde los inicios del estudio del conocimiento a la luz de la razón.

  Con todo esto en contexto se va a buscar describir las características que tiene el hombre cuando está en control, de la misma manera las que tiene al ser controlado, y en el proceso se tratará de descubrir si un ser humano, a partir de la influencia, puede realmente tener control sobre otro.

  Según Livingston Taylor el hombre que es músico y artista de ejecución tiene la capacidad de influenciar en la motivación de su público a través de las emociones que transmite, con esto cambiando el entorno y el contexto en el que se encuentran él mismo y las personas que lo acompañan. Con esta perspectiva en cuenta se puede decir que cada sentimiento, cada movimiento, cada sonido, todas las acciones llevadas por el artista están siendo recibidas por el público, pero de la misma manera el artista recibe todo del público, por lo que no se puede saber realmente cual de las dos partes está dando y cual está recibiendo más influencias, pero si se puede terminar en decir que esas influencias están constantemente afectando el contexto del ser.

  Cuando un artista sube al escenario tiene miedos, esperanzas, expectativas, se siente ansioso, emocionado, nervioso. Cuando un grupo de personas entra a una presentación y cada persona, única e irrepetible, cede su atención, están entregando al artista una nueva habilidad, la de comunicar, entonces inicia una conversación entre dos partes con características que son completamente distintas. Al finalizar la conversación (en este caso la presentación del concierto) es cuando te das cuenta que ninguna de las dos partes tiene las mismas cualidades que al inicio, y ves el resultado de un proceso de influencia mutua, nadie es lo que es durante mucho tiempo, si no que eres quien eres debido a como vas cambiando.

  Además de todo lo que implica el constante cambio y la definición individual que el mismo va dando a cada persona, durante las conversaciones que tienen lugar y tiempo específico hay factores que no se ven ni se tocan, se sienten. Un buen artista, un verdadero ejecutor, el maestro de las presentaciones, el mejor comunicador y transmisor de ideas, por consecuencia el hombre que sabe influenciar, tiene muchos sentimientos, además es capaz de transmitirlos a través de sonidos y silencios. La principal característica distintiva entre este hombre y el público con el que se encuentra es la razón y la manera de recibir influencia. De entrada el objetivo inicial del maestro es influenciar a los demás, pero la mejor manera de hacerlo no es tan simple como emitir tu sentir, si no tratar de encontrar lo que provoca esta emisión en tu público. Cuando el público recibe el sentir del maestro, entonces tiene una reacción, esta reacción emite un mensaje encriptado que no muchos saben descifrar, el momento en el que se recibe esta información es cuando el hombre es redefinido, y ambas partes terminan siendo influenciadas por la otra, la diferencia radica en que unos son influenciados porque reciben un mensaje de inicio, el otro es afectado por la búsqueda de una respuesta.

  Teniendo en cuenta todas estas acciones, sentimientos, emisiones, recepciones, conceptos, ideas, motivaciones, descripciones, perspectivas y contextos se puede comenzar a dar una breve descripción de la infinidad de características que conforman al ser humano. Llegando con este proceso a la conclusión de que el poder de una persona sobre otra sólo puede existir cuando una parte lo pide y la otra lo otorga de manera consciente, sin embargo no por tener esa idea se puede definir lo que el hombre es, pero se puede intentar la descripción de las cosas que lo conforman.

  Como conclusión final se puede decir que el hombre es un ser presente conformado por una serie de características que son definidas por la motivación en conjunto con el contexto individuales. De la misma manera la motivación y el contexto están en constante cambio, cambiando así las características de la persona.

  Si se quisiera complementar la definición para terminar en algo más complejo, aunque seguiría sin incluir el contexto completo de lo que implica el cambio del ser, se podría añadir que el hombre encuentra un constante intercambio de ideas, emociones y contextos con los demás presentes en su existencia, de esta manera permitiendo que el mismo cambie al momento, dándose una nueva definición cada instante.

  Para simplificar un poco y dejar en resumen lo que se concluye podría decirse de la siguiente manera, “El hombre se encuentra en constante cambio, auto definiendo su propio ser infinitamente hasta el fin de su existencia.”¿cómo lo relacionas con la música? Esta descripción es un intento de acercarse lo más posible, pero quedando aún muy lejos, a definir al hombre con todo el contexto que esto implica. 

El texto “Stage Performance”en cursivas o subrayado porque es un libro de Livingston Taylor brinda mucho contenido para analizar y compartir, permitiendo así que cada quien defina sus propias motivaciones antes de iniciar un momento de cambio, es decir hacernos conscientes de los actos que llevamos.

Bibliografía: 

Taylor, Livingston. 2000. Stage Performance. 3ra ed. Boston MA.: Mentor.