La Escuela de atenas

La Escuela de atenas
Escuela de Atenas por Rafael

domingo, 21 de febrero de 2016

La conquista de la felicidad - Bertrand Russell

Escogí el libro “La conquista de la felicidad”recuerda cómo se hace referencia  un libro de Bertrand Russell porque estando en casa de mis abuelos, les platique acerca de este proyecto llamado “Leamos Filosofía” y mi abuelo me prestó este pequeño libro, el cual en un principio pensé que iba a ser rechazado (por ti Fer) porque basta con leer el título para clasificarlo como un libro de autoayuda. Sin embargo, al ver tu reacción cuando lo llevé a clase, decidí darle una oportunidad y aunque por ahora solo he leído la primera parte, este ensayo me ha hecho analizar y reflexionar acerca de varios aspectos de la vida de sobremanera y ahora veo porque no es un libro de autoayuda. Bertrand Russell fue un filósofo, pedagogo matemático y ensayista inglés, (1872-1970). Comenzó sus estudios y al llegar la guerra europea, Russell tomo parte activa en campañas contra el reclutamiento y como consecuencia, fue condenado a una multa y expulsado de su clase. Más adelante, persistiendo en sus ideales, fue condenado y fue durante un encarcelamiento cuando comenzó a escribir sobre otros temas con una de sus obras capitales “Introducción a la filosofía matemática.” Empezó a viajar y a interesarse por los problemas sociales y políticos del mundo, acerca de temas humanistas como la pedagogía, la sociología y la filosofía. “La conquista de la felicidad” es un ensayo en donde Bertrand Russell examina los problemas más sutiles de la vida íntima con una agudeza extraordinaria, componiendo un verdadero tratado del arte de ser feliz. En 1950 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.
            El ensayo se divide en pequeños capítulos e inicia con uno titulado con la pregunta ¿Por qué es desgraciada la gente? En donde hace una comparación entre los hombres y los animales, diciendo que los animales son felices con tal de tener salud y comida. Al parecer, al hombre eso no le es suficiente y es por esto que existe infelicidad derivada tanto en el sistema social como en el de la psicología individual, la cual es causada por varios factores como pueden ser la educación basada en la crueldad y el miedo, la supuesta clase social baja, etc. Posteriormente, el autor señala los tres tipos de individuos que buscan la felicidad a través de alguna disciplina externa; el pecador, que vive inmerso en la conciencia del pecado y en continua contradicción consigo mismo. El narcisista, el cual su vida consiste en el hábito de admirarse y ser admirado. Y por último, se encuentra el megalómano, que prefiere ser poderoso a ser simpático y procura ser temido más que amado.
            La lucha por la vida es uno de los principales obstáculos para alcanzar la felicidad, la cual no es otra cosa que la lucha por el éxito y por una posición social. Russell encuentra la raíz del mal en la importancia que se concede al reconocimiento y a la competencia como mayor fuente de felicidad, claro está, sin menospreciar las satisfacciones personales que produce el éxito pero que sólo constituyen un ingrediente más a la felicidad.
La educación es otro factor que además de ir cambiando a lo largo del tiempo, juega un papel muy importante dentro de la lucha por alcanzar la felicidad. Hoy en día los jóvenes se interesan más por estudiar una carrera con posibilidades económicas, cuando en el siglo XVIII una de las características del joven era apreciar y entender acerca de la literatura, la música, la pintura, etc. Los placeres del espíritu como la música, la lectura o una buena conversación se han abandonado porque es muy difícil convertirse en ricos con ello.
            El ensayo continuo nombrando cada capítulo con los distintos obstáculos para alcanzar la felicidad. Los siguientes son el fastidio y la excitación, la excitación es lo contrario al fastidio. El aburrimiento nos causa horror y para evitarlo se han inventado los vicios como el alcohol y las drogas, las guerras e incluso la mitad de los pecados han sido cometidos con tal de huir de él. Russell opina que es en la infancia en donde se debería enseñar al hombre a disfrutar momentos de tranquilidad para desarrollar la imaginación y la creatividad.
Existen varias formas de fatiga, la fatiga física es buena siempre y cuando no se excesiva, ya que produce apetito, sueño profundo y da sabor a las actividades del día a día. Pero si la fatiga se vuelve demasiado constante, provoca preocupación, la cual es una forma del miedo. Miedo a las enfermedades, a ser engañados, a la ruina o al fracaso. La fatiga crea una cortina entre el hombre y el ambiente que lo rodea y hace que disfrute cada vez menos la comida, la compañía, el contacto con la tierra y muchos otros aspectos de la vida.
Una de las pasiones humanas más profundas es la envidia que en algunos casos es resultado de la fatiga y viceversa. Cuando se vive en una sociedad “altamente ética”, se envidia a quien se atreve a romper las reglas o tiene posibilidades de evadirlas. El odio que produce la envidia también es consecuencia de los tiempos modernos, en donde a través de los medios de comunicación se conoce de manera abstracta “la buena vida”.
Durante este capítulo, Russell describe el pecado, el cual lleva consigo una carga psicológica y religiosa importante. Después del psicoanálisis de Feud, la conciencia dejó de ser un misterio y el sentido más sencillo de la conciencia es el temor a ser descubierto. En la niñez es cuando se aprenden y se desarrollan conceptos y actos morales, así como el pecado. El hombre aprende desde temprana edad lo que es bueno y lo que es malo y automáticamente se registra un código moral en su mente. Si al crecer no logra librarse de sus prejuicios, nunca será feliz con nadie ni con el mismo.
El siguiente capítulo habla acerca de la manía persecutoria, la cual se refiere a la sensación de que alguien persigue al hombre o intenta lastimarlo. Existen cuatro máximas generales que son un preventivo contra la manía persecutoria. La primera es tener en cuenta que las razones del hombre no son siempre tan altruistas como parecen ser. La segunda advierte no sobreestimar lo méritos de cada individuo. La tercera es no creer que los demás van a interesarse por una persona tanto como uno mismo. Y la cuarta dice que no hay que suponer que la gente tiene el interés suficiente en una persona como para perseguirla.
El último capítulo de la primera parte se llama El miedo a la opinión pública, habla acerca de cómo el hombre busca inconscientemente la aprobación de la sociedad. Son muy pocas las personas que viven felices sin necesidad de que se apruebe su manera de vivir o su concepto del mundo. Sin embargo, existe una diferencia entre ser indiferente a la aprobación social e ir contracorriente, siempre la opinión pública es más tiránica contra quienes se manifiestan rotundamente en su contra que para quienes se muestran indiferentes ante ella.
Comencé a leer este libro juzgándolo como un ensayo de autoayuda, sin embargo, poco a poco me fue sorprendiendo ya que más bien es una crítica al hombre en su intento de ser feliz. Hasta ahora he leído la mitad del libro, en la cual se mencionan los obstáculos con los que se cruza el hombre en el camino para lograr ser feliz. Se analizan los problemas más íntimos de la vida íntima y trata a la felicidad como un arte sumamente delicado. Se relaciona con la pregunta por el hombre ya que desde el comienzo del libro se habla acerca del hombre como ser vivo, y es comparado con el resto de los seres vivos (animales). Esto es un pequeño fragmento de lo que estamos viendo en clase, acerca de cómo el hombre es un ser vivo racional, consciente y según palabras de “mis compañeros” y de Fer, es un ser “más organizado”, lo cual yo no estoy de acuerdo, pero eso es un tema distinto sobre el cual podría escribir otro ensayo totalmente diferente. Este libro no busca hacer que el hombre encuentre el camino a la felicidad (lo que lo haría un libro de autoayuda), sino, busca analizar y examinar los aspectos que llevan a la felicidad del hombre y los aspectos que lo privan de ella, sin embargo, desde mi punto de vista, acaba haciendo que el lector quiera tomar ese camino para llegar a la felicidad.
Bibliografía:

Bertrand, R. La conquista de la felicidad. Decimocuarta Edición. México: Colección Austral Espasa-Caple Mexicana, S.A, 1985.

2 comentarios:

  1. Fer, hice este ensayo en word y a la hora de pegarlo aquí, se cambiaron algunas partes de tipo de letra, te lo voy a mandar por mail igual.

    ResponderEliminar
  2. Bien Ana, buen ensayo para esta primera entrega.
    El proceso de escritura va muy estructurado y eso siempre ayuda. Te sugiero complementarlo con reflexiones propias en cada párrafo y después hilarlos entre sí.
    Quizá puedes problematizar lo que crees que es la felicidad y por qué está tan sobrevalorada en estos días.
    Revisa otra vez la ortografía, principalmente en los verbos en pasado.

    ResponderEliminar