La Escuela de atenas

La Escuela de atenas
Escuela de Atenas por Rafael

domingo, 28 de septiembre de 2014

Libre albedrío?


En la última clase agregamos a nuestro glosario la definición de “libre albedrío” y toda vía  no me queda del todo claro. Según Wikipedia el libre albedrío es la creencia de aquellas doctrinas filosóficas que sostienen que los humanos tienen el poder de elegir y tomar sus propias decisiones. El concepto es comúnmente usado y tiene connotaciones objetivas al indicar la realización de una acción por un agente no condicionado íntegramente ligado por factores precedentes y subjetivos en el cual la percepción de la acción del agente fue inducida por su propia voluntad.cita
   Desde el viernes me he estado preguntando si realmente tenemos “libre albedrío” y después de largas horas de reflección pude llegar a la conclusión que todas las personas actúan de acuerdo a las normas impuestas por las autoridades, sin importar que tan ridículas o innecesarias sean y de no ser así, dicha persona se puede ver afectada, perjudicada o castigada de alguna manera, por lo tanto creo que el albedrío no es del todo libre para todos los seres humanos. Un claro y cercano ejemplo es el Tomás Moro, donde los alumnos nos vemos constantemente amenazados con ser sancionados por el incumplimiento de ciertas reglas que desde mi punto de vista son completamente ridículas.
   Para clarificar mi punto de vista voy a contar una anécdota personal: En un recreo en segundo de secundaria se voló un balón a casa de Miguel Domenzain y yo me ofrecí a pasar por un hoyo que había en la mediocre reja de la cancha de futbol del colegio para rescatar el balón (cabe aclarar que muchos alumnos ya habían hecho esto antes). Entré a la casa de Miguel a través del hoyo, recogí el balón e inocentemente regresé a la escuela por la entrada principal creyendo que lo único que había hecho era un acto de compañerismo. Al día siguiente, me mandó llamar Martha Barba (la exdirectora de secundaria) a su oficina y yo no tenía ni idea por qué. Entré muy alegremente a la oficina pero salí casi llorando porque esta señora decidió inculparme de un crimen que se llama “allanamiento de morada” (crimen que ni siquiera se puede cometer antes de cumplir la mayoría de edad), me amenazó con llevar mi caso al consejo y con expulsarme del colegio por haber cometido un delito en horario escolar y no conforme con esto, me inculpó de haber hecho un hoyo en la reja de la escuela, lo que representaba una falta grave ante el reglamento escolar.
     Martha Barba no solo me hizo creer que era un delincuente juvenil, sino que también logró que tuviera pánico por incumplir hasta la mas ridícula regla por el resto de ese ciclo escolar y el siguiente. Creo que esta situación me hizo comprender que el libre albedrío no existe en el Tomás Moro.

Diego Orvañanos

1 comentario:

  1. Gracias por compartir la anécdota Diego. Veremos en clase cómo el libre albedrío es posible aún en las sociedades donde hay reglas y normas de comportamiento. Espero clarificar este punto pero sin duda lo cuestionaremos mucho.
    Tienes 10.

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