Bettina González Zapata Calderón
Filosofía
5 de Noviembre del 2012
Ensayo
Kierkegaard (1813-1855):
“La primera cosa que tienes que
comprender es que no comprendes.” Solitario de apariencia extraña de ropas
anticuadas con una chepa que le daba extraña apariencia.
Hijo
de la segunda esposa de su padre, era uno de siete hermanos, sin embargo, para
cuando tenia 21 ya habian muerto cinco de ellos, así como su propia madre, y el
hermano que vivía estaba en un hospital psiquiátrico.
Su
padre fue una fuerte influencia en su vida y afecto la vida del filosofo cuando
confeso que su padre había maldijo a Dios, esto lo hace caer en una fuerte
depresión por lo cual abandona sus estudios y se dedica a la vida disoluta para luego regresar a
cuestionarse sobre el camino de llegar a Dios.
Conoce
a Regina Olsen, de quien se enamorara profundamente a quien le propone
matrimonio, sin embargo al poco tiempo rompe el compromiso aunque la seguirá
amando el resto de su vida e incluso a su muerte la hereda. Con está decisión
decide llevar una vida solitaria para dedicarse a escribir y analizar su vida.
No
es un filosofo en el sentido académico, sino que retoma la pregunta de ¿qué es
la existencia? Para que a partir de ahí construya su propia vida, es decir, da
una respuesta subjetiva a la existencia en donde vivir la vida de manera
apasionada se convierte en el objetivo principal, pero para ello hay que
desenmascarar los estereotipos y paradigmas dominantes y totalizadores que
imponen la religión, la filosofía, la ciencia o simplemente la tradición o el
sentido común. A partir de ahí la verdad no puede hallarse mas que en la
pasión.
A
Kierkegaard no le interesa hablar del ser humano en general, sino del ser
humano en individual como ser irrepetible, para esto es necesaria la indagación
de la vida interior. De tal manera que hay que despojarse del vestido interno,
de los pensamientos y las ideas. Con esto deja de confiar en la objetividad y
lucha contra los absolutos y las generalizaciones por lo que la verdad objetiva
lo que se dice queda matizada por la verdad subjetiva. De esta ultima verdad es
de la verdad que el individuo debe apropiarse, ante lo que tiene que tomar
postura, por eso los problemas existenciales hablan de examinar la propia
existencia.
Es
como el ejemplo que da de dos hombres en una plegaria en el cual uno reza “al
concepto verdadero de Dios” pero lo hace con “falso espíritu” y el segundo que
aunque siendo pagano reza a su ídolo primitivo pero “con una pasión entera por
el infinito”… El segundo hombre tiene mayor verdad subjetiva ya que reza “en
verdad”.
Con
esto la verdad subjetiva asume una mayor importancia y validez que la verdad
objetiva, con esto la individualidad o particularidad de cada persona se coloca
en primer plano ya que con la verdad objetiva, es que se comprende todo, menos
a la persona misma.
Para
Kierkegaard “la elección” es el núcleo de la existencia humana… “Elegir es
elegirse” dicha elección implica un riesgo y por lo tanto conlleva angustia y
desesperación, ya que nunca podemos saber si lo elegido es correcto. Para el
existir es un dilema y la aceptación de dicho dilema se convierte en el centro
de la existencia.
Nos
dice que paradójicamente podemos superar las contradicciones y dificultades de
vivir y aceptándolas en lugar de eliminar. Todos intentamos evadir la angustia
pero esto tiene un alto precio porque entonces o nos ahogamos con ella o nos
volvemos insensibles en la existencia. Es por eso que dice que “quién se pierde
en su pasión, ha perdido menos que quién, ha perdido su pasión”.
Habla
de que el dilema de la vida se expresa en términos de polaridades en donde la
persona queda atrapada en tensiones: temporal-eterno, finito-infinito,
singular-universal, nada-todo, es decir que el individuo necesita elegir vivir
la realidad de día a día en esta serie de constantes elecciones. Se traduce en
la paradoja que dice que no nos podemos conformar con lo finito, tenemos que
alcanzar el infinito, al mismo tiempo no nos podemos quedar encantados con la
emergencia de lo infinito, debemos permanecer cimentados en lo finito. Paradoja
sine qua non (piedra angular) de la
existencia, esto se convierte en camino de espiritualidad.
Kierkegaard
no habla de filosofía vive la filosofía y hace de su vida un experimento de la
angustia, la elección y el camino de Dios.
¿Bibliografía?
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