Ser y hacer, génesis en la incertidumbre.

 El hecho de encontrar una diferencia entre una acción y una entidad debería ser fácil, entre un hecho existente y un concepto creado en ideas parece claro, pero en realidad no se puede definir ninguno en su totalidad, para encontrar realmente la respuesta a esto se tendría que conocer por completo la relación entre las palabras “ser” y “hacer”. Esta intriga nace de varias ideas presentadas en la película de Ágora, una de las escenas que principalmente dieron origen a esta duda es aquella en la que Davo es visto por su señora mientras carga una espada con sangre. Esto explica la idea de un cambio, del ser noble y hacer por nobleza al ser noble y hacer por fe.

  El ser se puede explicarse como el hecho de existir, puede describirse como el sujeto de una oración, pero en realidad es una idea que se ha debatido por miles de años, es un concepto cuya definición no tenemos capacidad de poner claramente en palabras, cuya historia y complejidad van más allá del alcance del hombre, del que se hace llamar a sí mismo “ser humano”. Por su parte “hacer”, es una palabra con gran significado, su relación se muestra desde la primera explicación, el verbo del enunciado. También puede describirse como la acción que un ser emplea, o tal vez como la idea de llevar un pensamiento a cabo en el mundo físico, pero al final es un concepto cuya definición, de nuevo, se encuentra más allá del entendimiento total.

  Muchos dicen que el ser es definido por el hacer, otros dicen que lo que uno es definirá lo que uno hace, hay muchas ideas, y sin embargo se puede exponer una idea interesante que da inicio a uno de los debates más largos de la historia, es como el huevo y la gallina, y esta idea expone que lo que se hace no es lo que define quien eres, si no que la intención, finalidad y manera de hacerlo da un significado diferente, y eso explica el ser. Con esto dicho se puede notar que en realidad la mayoría de las ideas presentadas ante el tema son ideas muy bien sustentadas, con grandes argumentos, pero aún así vagas en la respuesta a las preguntas esenciales que muchos de los grandes pensadores se han hecho “¿qué significa el ser? ¿qué lo define? ¿cómo se explica el hacer del hombre?”.

  Si se acude a la idea de la duda, entonces se puede encontrar que la relación entre el ser y el hacer es íntima, sin embargo, por alguna razón que aún no es encontrada, se puede ser uno y hacer otro, por alguna razón no dependen uno del otro, toda persona comete errores. Davo siempre fue noble, al ofrecerse a ser castigado, sin ser cristiano, en lugar de su compañera, actuó de manera noble; mientras tanto, al matar “en nombre de Dios” tenía una causa noble, pero su acción fue despiadada. La nobleza en su ser continuaba en su existencia, pero la hostilidad en su hacer destruyó la nobleza en su acción, sin importar su intención.
   De pronto la diferencia entre una acción, existente en el mundo físico, y una entidad, idea de la existencia del ser, se vuelve algo muy complicado por encontrar. Dicho de otra manera, si se quiere definir por completo como se origina el hecho de poder ser algo y hacer otra cosa diferente, entonces se deben de hacer muchas más preguntas que los clásicos por qué de un niño, se deben formular cuestionamientos complejos derivados uno del otro. Una vez más, la filosofía no trata contestar, si no formular las preguntas originadas en la curiosidad del hombre y dirigidas hacia la respuesta de los hechos en la vida.