-Pedro Zorrilla
“There are so
many people in the land who want an answer, a definitive answer, for everything
in life, and even for everything after life.
Out of compassion, I hope that those questioners
never find that which they seek. For what are we left with if there remains no
mystery? What hope might we find if we know all of the answers?”
-R.A. Salvatore, “Streams of Silver”
La filosofía,
según nos dijeron en clase, es la disciplina que estudia todas las cosas a
través de la lógica, desde el principio mas antiguo hasta el inevitable fin.
Como yo lo veo, la filosofía estudia la existencia. Todo lo que ha sido y todo
lo que es.
Entonces
porqué, teniendo esa meta tan ambiciosa de obtener el conocimiento absoluto, la
filosofía (pareciera) solo nos da mas preguntas en lugar de respuestas? Porqué
la disciplina bautizada como “amor al conocimiento”, no logra saciar la
curiosidad del hombre?
Decidí empezar
este ensayo con un breve texto, ya que demuestra de manera muy clara el punto
que estoy tratando de exponer aquí. Con tantas respuestas disponibles a todo momento, me es dificil aceptar que la filosofia no nos da respuestas concretas, si no que nos guia a mas preguntas. Por mas dificil que sea verlo, esto no es del todo malo. El hombre tiene por naturaleza una
necesidad de descubrirlo todo, conocerlo
todo, de entenderlo, clasificarlo, y dominarlo. El hombre no se limita a
observar la luna, si no que hace lo imposible por alcanzarla.
Esta hambre al
conocimiento es lo que llevó a la raza humana de ser primates en las praderas
africanas, hasta la sociedad globalizada que domina el planeta hoy en día.
En un
principio descubrimos el fuego, nos esmeramos por conocer sus secretos,
entendimos su funcionamiento, lo clasificamos dentro de nuestro primitivo
sistema, y finalmente, lo dominamos. Así comenzó el progreso. Y así ha sucedido
a lo largo de la historia: creamos la escritura, descubrimos la rueda,
dominamos los aires, conquistamos el espacio.
Me resulta
entonces muy evidente por que el hombre busca el conocimiento con tanta pasión.
En particular en este mundo moderno que exige un progreso contante, el
conocimiento es poder, poder para cambiar y evolucionar.
Habrá quienes
se pregunten que lugar tiene la filosofía en un mundo donde las ciencias han
tomado el papel de la “verdad absoluta”, donde la gente busca una respuesta
concreta e inmediata a todos los misterios de la vida. Un mundo donde la física
y la química dan respuestas innegablemente correctas, mientras la filosofía nos
atasca con mas preguntas.
En nuestras
primeras clases de filosofía vimos como las definiciones son por si mismas limitaciones,
y cómo la filosofía no puede ser definida porque carga con ella cientos de años
de conocimiento. Llevemos este concepto al siguiente nivel. El universo (se
calcula) tiene 13.798x109 años de existencia desde el Big Bang. Tan solo el
planeta Tierra tiene 4.543 billones de años. Y aun así, tenemos a nuestras
adoradas ciencias, queriendo definir esa inmensidad en unas cuantas leyes y
teorías, buscando una respuesta concreta a cada pregunta que se presente. Como
podemos limitar esa totalidad infinita de tiempo y espacio en una cantidad
entendible por la mente humana?
La respuesta
es simple: no podemos. La filosofía existe porque la curiosidad del hombre va
aún mas allá. Porque inevitablemente siempre hay mas preguntas que respuestas.
El amor al conocimiento es un hambre insaciable que ni las crudas cifras de la
ciencia logran satisfacer. Como escribe Rubert de Ventós, toda pregunta llevada
mas allá de la respuesta, nos da una nueva pregunta.
Lo que quiero
decir con toda esta filosofada, es que en nuestro mundo regido por la ciencia
es fácil olvidar el importante papel que juega la filosofía. Medimos el valor
de las leyes de Newton por las respuestas que nos dan, las que nos dicen COMO
funciona nuestra realidad. Pero no vemos el valor de la infinidad de preguntas
que surgen cuando nos atrevemos a preguntar “PORQUÉ?”. Aquí esta el valor de la
filosofía. Mientras las ciencias buscan definir el mundo, la filosofía busca describirlo. La ciencia nos da respuestas, la filosofía nos surte de
preguntas con el fin de que estas nunca se acaben.
Como escribe
R.A. Salvatore: qué queda de nosotros si no tenemos misterio? Yo en lo personal
no podría estar mas de acuerdo. Por mas satisfactorias que sean las respuestas,
un mundo sin preguntas es un mundo sin misterio. Y un mundo sin misterio no es
un mundo en donde valga la pena vivir.
Bibliografía:
- Ruberto de Ventós, Xavier. “Porqué la Filosofia?” Cap. 1
- Salvatore, R.A. “Streams of Silver” pp.9-12
- https://www.aip.org/history/cosmology/ideas/expanding.htm
Me gusta mucho lo que tienes que decir en este ensayo. Me parece muy interesante, y ahora que lo pienso, me es difícil encontrar algo en lo que no concuerde contigo.
ResponderEliminarEn especial, en que la filosofía nos da mas preguntas que repuestas, porque es una disciplina que nos hace tener más cosas que aprender, y más pasión a esto mismo.
La frase del principio me encanta. Es muy cierto que una vida sin misterio no tiene nada de especial. Para que querríamos vivir si no hay nada que nos mantiene hambrientos sobre nuestro futuro.
Me encanta la conclusión a la que llegas en la que mencionas que la filosofía busca la descripción del mundo con el propósito de que las preguntas nunca hagan falta y que además no se acaben.
ResponderEliminarMe gustó mucho como a lo largo de tu ensayo dejaste claro que la filosofía es un concepto muy pasional que despierta curiosidad dentro de nosotros.
Gran ensayo Pedro y que manera tan interesante de mostrar un rasgo de nuestros días y cómo se han olvidado ciertas cosas como la pregunta por sí misma.
ResponderEliminarRecuerda utilizar ¿ al abrir preguntas.
Cali. 9.7