Diana Gavaldón


Una pequeña reflexión del espacio entre el cielo y la tierra...

Si es poco claro el conflicto en Siria, presente en el tiempo y relativamente lejos en distancia: ¿Qué tan más claro podrán ser los hechos de la cristianización del Imperio Romano? Nos guarda tantos años de tiempo y una distancia que ya no existe, porque aunque viajáramos al lugar exacto en donde estaba la biblioteca de Alejandría, no presenciaríamos la verdad de los acontecimientos ni encontraríamos la biblioteca. La película Agora nos propone una visión que posiblemente se aproxima, sin embargo es imposible saber como sucedió realmente. Mientras que en acontecimientos como la guerra de Siria tenemos barreras de distancia y cultura cortas, en los eventos de Alejandría tenemos barreras de tiempo, distancia, y cultura inmensas. Es por eso que voy a desarrollar este texto centrándome en el personaje de la filósofa Hypatía, dejando a un lado lo que representó la cristianización en todos los sentidos (político, social, moral, filosófico, etc…)  y sin juzgar moralmente lo que expone la película.           

Hypatía en la película es un ejemplo filosofa. Ella esta pensando en: ¿Cómo es que gira la tierra?, ¿Cuál es su forma? , ¿Porqué existe la gravedad?. Piensa en verdades que la rebasan, más allá de su cuerpo, de su persona, de su entorno, de lo visible. Se aleja de su entorno en donde hay una lucha de religión, en donde es considerada pagana, bruja, y el conocimiento científico romano es desplazado por la religión. Es en ella donde la película nos presenta el espacio inmenso entre lo teórico y lo práctico. Arriba en el cielo ésta lo que Hypatía no entiende y quiere entender, abajo en la tierra esta en un contexto de tensión social y agresiones. Y es que…¿Si Davo supiera que la tierra gira alrededor del sol cambiaría en algo su situación? ¿Le daría eso más tranquilidad? ¿Entendería mejor a las demás personas?

Hago aquí un salto muy grande para explicar lo que me liga a mi y a Davo. Hasta ahora la filosofía se ha encargado de cuestiones metafísicas y muy abstractas. Son cuestiones que poco nos sirven en cuanto te paras de la mesa y vas a pedir lunch o dinero a algún compañero porque tienes hambre. Luego te enojas porque no te prestó. Igual que a Davo poco le sirve el Cono de Apolonio cuando ve el cuerpo de su amigo muerto. Poco nos sirve el Mito de la Caverna de Platón cuando estamos platicando y no sabemos escuchar, no respetamos otro punto de vista y nos volteamos cuando nos da flojera lo que dicen los demás. La filosofía tiene que volverse más práctica, hacer a personas críticas que sepan como reaccionar a los sucesos, a ver las cosas lo más objetivo posible dentro de su subjetividad ( la cuál también es muy importante porque enriquece los puntos de vista), reconocer que el otro es un "yo" y a partir de ahí empezar a construir. 

Me imagino a los dos hombres en Alejandría discutiendo acerca de cual Dios es verdadero: ¿Serapis o el dios cristiano? y luego me imagino un debate entre un comunista y un capitalista. No encuentro tanta diferencia: “Hay más cosas que nos unen de las que nos separan”.