Susana Espinosa de los Reyes de
Murga
¿Dios?
Nuestro mundo está lleno de preguntas
sin responder pues el hombre vive con el deseo de cuestionar para conocer y
comprender todo. Sin embargo, algunas
dudas y cuestionamientos son demasiado complejos y encontrarles respuesta
requiere más que una investigación científica o un experimento. Es entre estas
grandes interrogantes donde cabe la gran pregunta, que muchos consideran
ofensivo hacer, la duda que sigue siendo para muchos un tabú: “¿Existe Dios?” Normalmente
cuando se escucha el nombre de Dios surge la imagen de un hombre tan grande y
poderoso como sensible y humilde, pero por qué no visualizar a una mujer bella,
una luz, un aura o un lugar, esto es porque desde tiempos ancestrales se ha
considerado dicha imagen como la adecuada, y si alguien tiene el atrevimiento
de cuestionarla será considerado un traidor, un profano que necesita un baño de
fe. Pero qué es exactamente la fe. La fe es una creencia ciega que, en este
caso, apoya la existencia de un ser supremo y la sustenta por una convicción
personal; tal como el Racionalismo dice, si se puede imaginar y se puede tener
una idea, entonces el objeto existe, en algún lugar existe. Quienes niegan la
existencia de un creador suelen centrarse en las ideas de los empiristas, a
quienes se les complicaría creer en un dios como el que las religiones
monoteístas consideran ya que, al no poder sentirlo o experimentarlo, su existencia
parece imposible, para ellos es necesario ver para creer. Estas dos posiciones
anteriores son completamente contradictorias, mientras que la primera se guía
por el simple hecho de una idea, la otra se basa en lo que se puede percibir,
sin embargo, hay otro punto de vista que
es el de los idealistas. El Idealismo combina las posiciones anteriores y
considera tan importante el poder imaginar el concepto como el sentirlo.
El problema de
la existencia de Dios es que, dada su inmaterialidad, se convierte en una
cuestión personal, una creencia, de ningún modo criticable pero tampoco capaz
de suplir la razón y responsabilidad del ser humano. Ninguna creencia es
negativa si apoya la existencia de mejores hombres pero será destructiva si en
su nombre las personas se olvidan del valor de la vida y la individualidad. Parte de los argumentos a favor de la
existencia de Dios son la necesidad de un creador que explique las maravillas
naturales y, sobre todo, la absoluta necesidad de trascender, de encontrar un
sentido a la vida que vaya más allá de la muerte. Para quienes no creen en
Dios, la ciencia y la experimentación se vuelven el método para explicar la vida y los fenómenos
naturales, y piensan que el cometido de una vida es vivir plenamente. Entre
estos pensadores están los existencialistas que se centran en la idea de que el
hombre es lo más importante, de que el hombre es responsable de sí mismo, de
sus actos y pensamientos, nunca puede culpar a alguien más, ni siquiera a Dios,
y jamás se escuda en conceptos como el destino o la predestinación. Cada hombre
va forjando su camino y siempre elige. Esta idea de absoluta responsabilidad
debe acompañar a creyentes y no creyentes, pues entonces las ideas personales
no serán nunca motivo de enfrentamiento. Creer en Dios es una elección y todo
ser humano es libre de elegir y responsable de esas elecciones.
Susi estoy completamente de acuerdo con tu ensayo, creo que el creer o on creer en un se supremo es elección de cada quien, ya que el hombre tiene la capacidad de elegir. Creo que la discusión de si dios existe o no existe no tiene fin y cada quien puede escoger el lado que quiera.
ResponderEliminarMe gusto mucho ti ensayo, y yo creo que el tema de si Dios existe es un teme que no tiene fin ya que puede llegar a tener mucha controversia. Yo creo que depende de cada quien en so quiere creer o no y también depende de cada uno de nosotros la manera en la que representamos la palabra "Dios".
ResponderEliminarExcelente que hayas incluido a la corriente existencialista en tu ensayo. Sin duda, dios es un tema que da para que se pueda tratar desde muchas perspectivas. Tu conclusión es lo más importante: la libertad para creer o no, para dejarse llevar por la sensación de estar creado y acompañado por un ser superior. Excelente escrito Susi. Calif. 10
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