¿Qué es el arte?
Susana Espinosa de los Reyes
Cuando uno piensa en arte se
imagina los largos pasillos del Louvre con sus paredes llenas de antiguas
pinturas creadas por artistas renombrados como Leonardo DaVinci con La Monnalisa o Alexandros de Antioch con La Venus de Milo, pero pocas veces se visualiza un escusado
a media sala o un simple punto rojo sobre un lienzo en blanco. Hoy en día el
concepto de arte ha cambiado dejando la belleza de lado y apelando a otras
sensaciones como el desconcierto o la repulsión. No es que el cambio se haya
dado de un día a otro, ya ha habido expresiones artísticas que se centran en la
crudeza de la realidad. Los poetas malditos se dedicaron a plasmar la
inmundicia de las ciudades y el Naturalismo se ocupó de retratar las duras
condiciones de vida de las clases marginadas; sin embargo, el arte contemporáneo ha dado un paso más al
ser capaz de utilizar la sangre de las víctimas del narcotráfico para
transmitir el horror de la violencia. Es un hecho que sólo el tiempo dará
validez a estas creaciones, pues el verdadero arte trasciende en el tiempo,
perdura tanto en el aspecto físico como en el de su capacidad para transmitir
emociones. Como todo lo que se produce hoy en día, el arte está contaminado por
la economía, por las leyes de la oferta y la demanda, y esto es un factor que
puede operar en contra de la creatividad y a favor del exhibicionismo o del
morbo. ¿Es arte la fotografía de unos cadáveres colgando de un puente? Es arte
una caja con uñas de víctimas del narcotráfico o con ropas ensangrentadas? O
simplemente el público morboso se ha adaptado a que se le presenten imágenes
cada vez más perturbadoras. El arte, no debe olvidarse, requiere talento,
imaginación, ser en parte representación pero no únicamente y debe despertar
emociones en el espectador pero no necesariamente horror o desagrado, o al
menos no de forma evidente sino a través de una inquietud, tal cual hizo el
cubismo, por ejemplo. Las obras del arte contemporáneo van acompañadas por un
discurso que puede perder contexto con
el paso del tiempo y generar incomprensión. Lo cual ya ocurre puesto que la
obra no es autosuficiente, no se basta a sí misma, sino que requiere de
explicaciones complementarias. No es el caso de Betsabeé Romero, por ejemplo,
que une la tradición a la vanguardia representada en llantas de autos, y
consigue que sus obras transmitan sensaciones diversas; sin embargo sí puede
ser el caso de Teresa Margolles, la artista mexicana más cotizada que expone la
violencia en que vive el país pero sin duda a costa de explotarlo porque
siempre apuesta por la repulsión.
Excelente Susi, me gustaría que me compartieras donde viste esas obras para visitarlas. Ya hablaremos del arte con más detalle durante el segundo semestre pero con esto muestras muy bien cómo hay que contextualizar las cosas para entenderlas un poco más. Como con la filosofía.
ResponderEliminarCalif. 10