Este tipo de arte es con el que vivimos hoy en día y nos regimos de él. Dentro de lo variable que puede ser tiene características particulares que lo distinguen del arte de otras épocas. El simple hecho de que es en muchos casos efímero, cambia totalmente el panorama. Talvez se puede interpretar como un desapego a las obras de arte que se crean hoy en día y que no perduran con el tiempo. La necesidad de una constante innovación en todos los campos del arte de hoy hace que sea imposible detenerse por un segundo en algo en particular.
Otro punto a tomar en cuenta del arte contemporáneo es la reproductibilidad y la facilidad con la que se difunde. En otros tiempos, el arte no estaba al alcance de todos porque simplemente no era posible. Sin embargo, hoy en día se logra encontrar cualquier obra de arte en cualquier formato de su reproductibilidad; ya sea por medios electrónicos, escritos (libros) o fotográficos. Es demasiado sencillo tener acceso al arte. Su alto grado de reproductibilidad le quita su esencia y su aura. Son las implicaciones del arte contemporáneo.
El discurso político de las obras de arte contemporáneo pueden variar pero en general siguen una misma línea: la constante innovación y el desapego. Significa que el arte debe ir a la par del rápido desarrollo que se vive en la humanidad y en estos tiempos. Ya no se realizan obras de arte para que duren por la eternidad, sino que se buscan nuevas técnicas y propuestas que nunca hayan sido hechas antes.
La apertura al arte debe tener en cuenta esto. Apreciar las obras como un concepto fugaz y una experiencia transitoria, dejando a un lado el apego.
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