A lo largo de los años, la
sociedad ha ido evolucionando, poco a poco el hombre se ha ido distanciando, ha
ido necesitando menos y menos de la interacción con otras personas. Sin darnos
cuenta los medios nos controlan poco a poco, nos dicen lo que tenemos que
pensar, la forma en la que tenemos que actuar ante una emergencia, ante cierta
situación. Los medios nos dan la información que necesitamos conocer, o mejor
dicho que quieren que conozcamos.
El humano ya no es capaz de tomar decisiones
por voluntad propia, tiene la mala o posiblemente buena costumbre de no ser
impulsivos; tienen que ver y conocer completamente cada opción posible, conocer
cada variable existente para tomar una simple decisión cómo qué comer en la
tarde. Nos han embriagado de información, haciendo nuestra visión un poco más
nublada cada vez. Sin embargo ¿esto hubiera funcionado en otra época? ¿O el
hombre se hubiera mantenido inestable, desconcertado ante esta toma de
decisiones?
El hombre, consumido por su
propio conformismo, se ha ido reduciendo cada vez más, siendo así una simple
hoja que se deja llevar por las aguas de un río, dando lo mínimo, solo para
conseguir lo suficiente, siendo personas
que con tener un techo y comida se conforma, no busca más, no duda, no desafía.
Lamentablemente
el hombre se ha convertido en un títere de la sociedad, controlado por el
gobierno, la religión, los medios. Inconscientemente nos han ido construyendo
sobre el molde perfecto, pero no para llegar a una utopía, si no para llegar a
una distopía, es decir una sociedad casi perfecta pero mantenida asi por medio
del control y manipulación excesivo de la sociedad por parte del estado, lo
contrario a una utopía. Un mundo ficticio, que poco a poco se ha ido
transformando en nuestra realidad, un mundo donde la plabra de cada uno no
tiene un valor relativamente alto ya que somos controlados, asumen nuestra
postura ante cierto tema. Pero lo importante no son las personas que se dejan
controlar por el sistema, lo importante son todas aquellas personas que
empiezan a pensar, que vuelven a nacer solo para poder desafiar la palabra del
estado, esa que muchas veces se ha vuelto incallable, única.
Cada
uno de nosotros se convertido en un peón de la sociedad, tenemos un papel el
cual tenemos que cumplir sin cuestionar, somos puras maquinas entrenadas a
vivir en una sociedad sin mas remedio que dejar de cuestionarnos.
Personalmente creo que somos victimas de la sociedad al igual que del estado pero no considero que esto sea algo nuevo ya que como seres humanos lo que sucede alrededor nuestro siempre nos va a afectar y es algo inevitable. De igual manera considero que a pesar de que seamos influenciados en la toma de decisiones seguimos siendo nosotros mismos y eso jamas va a cambiar.
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