En la teoria del primer motor descrita por Aristóteles se tocan temas distintos pero su objetivo principal es explicar el movimiento y para ello hace uso de varios ejemplos interesantes. Sin embargo lo que llamó más mi atención no fue tanto su teoría sino mencionar la felicidad y comparar ésta con la de Dios y el ser humano común y corriente. Haciendo énfasis en que Dios goza eternamente de la felicidad, en cambio nosotros sólo la conocemos en instantes. Y esto es debido a que Dios goza de sus acciones, sensaciones e incluso pensamientos, mientras que nosotros sólo gozamos de momentos o recuerdos. ¿Pero si Dios tiene felicidad eterna por qué no lo imitamos? ¿Por qué no manejamos la felicidad de la misma manera en que él lo hace?
Todo ser humano busca la felicidad, ese es nuestro objetivo en la vida, nuestra aspiración, nuestro deseo. La vida consiste en encontrar esa felicidad, porque la felicidad es vida. Tal como le paso a John Lennon cuando tenía 5 años y su profesora le pidió que escribiera en una hoja que les gustaría ser de grande, Lennon escribió "feliz" y la maestra le dijo que al parecer no había entendido el ejercicio y él contesto "al parecer ustedes no entienden de que se trataba la vida."
Pero el primer paso para encontrar la felicidad es saber lo que te hace feliz, y esa es la primera diferencia entre Dios y nosotros. Dios vive en una felicidad eterna, nosotros buscamos la felicidad enteran para vivir. Buscamos que al igual que Dios nuestros actos, sensaciones y pensamientos sean agradables pero por el simple hecho de no ser perfectos es imposible llegar a ello. Esta es la segunda cosa que nos diferencia de la felicidad de Dios. Otra gran diferencia es que para Dios todo es felicidad y para nosotros el significado de felicidad cambia según la persona y la situación. Para unos la felicidad de basa en el amor, otros en el poder, la inteligencia, el dinero, el trabajo, la belleza, etc.
Pero la ultima y más grande diferencia es que nosotros, los eres humanos requerimos de actuar, sentir y pensar en cosas completamente opuestas a la felicidad para entonces poder encontrar la felicidad. Necesitamos sentir, actuar y pensar apenados, tristes, con miedo, enojados, para que en cuando encontremos aquella cosa que nos haga gozar, sonreír y sentirnos bien sepamos que esa es la felicidad y tratemos de volverla a sentirla a través de la búsqueda de nuevas cosas que te hagan sentir igual o parecido.